viernes, 4 de septiembre de 2009

Valoración Psiquiátrico Forense de la Enajenación

"Parafraseando a RUIZ MAYA podemos decir que, desde un punto de vista médico-legal, a los enajenados se les debe considerar como enfermos mentales totalmente incapaces para conocer el valor de sus actos o capaces de conocerlos defectuosamente, así como son también incapaces de inhibir sus voliciones o que su poder de inhibición es deficiente.

Como venimos insistiendo el término enajenado permite al Juez poder calificar como tales por ej. a oligofrénicos, esquizofrénicos paranoides, demencias, ... etc, cabiendo todas las formas de enfermedad mental y también aquellos defectos o alteraciones del proceso de socialización relevantes en la determinación de la imputabilidad de un individuo, aunque no sean estríctamente reconducibles al actual concepto de enfermedad mental (MUÑOZ CONDE, 1988). En este sentido, sólo algunos casos muy concretos y graves de Psicosis Maniaco-Depresivas y de Neurosis Obsesivas pueden considerarse también dentro de la enajenación.

No podemos introducir en cambio y según el sentir de la mayor parte de la jurisprudencia y de los peritos psiquiatras, dentro de la enajenación, a los Trastornos de la Personalidad, a alguno de los cuales y en muy contadas ocasiones se ha considerado como casos de semi-imputabilidad.

Queda claro pues, que no es el diagnóstico psiquiátrico lo que le interesa al Derecho Penal, sino los efectos psicológicos que dicho diagnóstico produce en el sujeto en relación a los presuntos hechos delictivos."

CABRERA FORNEIRO, J. y FUERTES ROCAÑIN, J.C. (1994) LA ENFERMEDAD MENTAL ANTE LA LEY. Madrid: Upco Ela. (Págs. 278 - 279).


martes, 18 de agosto de 2009

miércoles, 5 de agosto de 2009

Los principales síntomas de acoso

"El Sindicato Alemán de la Industria del Metal, en un folleto sobre el acoso laboral, ha enumerado las veinte acciones más populares de acoso laboral. Son las siguientes:

1. Hablar mal de una persona a sus espaldas.
2. Hacerle miradas o gestos de desprecio.
3. Rechazar su contacto mediante señas.
4. Emitir juicios erróneos u ofensivos de las tareas e ignorar a la persona.
5. Difundir rumores y criticar constantemente su trabajo.
6. Los superiores evitan cominicarse con ella.
7. Se cuestionan sus decisiones.
8. Se reciben tareas muy por debajo de las posibilidades asignadas.
9. Se pone en ridículo a la víctima o se la separa de los compañeros.
10. Se le interrumpe continuamente y se evita toda comunicación con ella.
11. Los compañeros no permiten que les dirija la palabra.
12. Se le grita y se le insulta en voz baja.
13. Se sospecha que tiene algún tipo de trastorno psíquico. Se el obliga a realizar trabajos que dañan su amor propio.
14. Se le amenza de palabra.
15. Se le asignan tareas absurdas.
16. Se le asignan tareas nuevas continuamente.
17. Se le asignan tareas ofensivas.
18. A los compañeros se les prohíbe responder.
19. Se le ataca por su afiliación política.
20. Se critica constantemente su vida privada.

Por otra parte, las mujeres suelen acosar de distinta manera que los hombres. El comportamiento de acoso laboral dependiente del sexo no se reduce, sin embargo, solamente a diferencias psíquicas y relativas a la educación, sino a una libertad de movimientos diferente, pues muchos hombres poseen otros instrumentos de poder que las mujeres, debido al diferente reparto de posiciones en la vida profesional."

AUSFEKDERM T. (2002) MOBBING. EL ACOSO MORAL EN EL TRABAJO. PREVENCIÓN, SÍNTOMAS Y SOLUCIONES. Barcelona: Editorial Oceano Ambar (págs 43).


lunes, 3 de agosto de 2009

Variables que intervienen en el acoso laboral

"El acoso laboral es un fenómeno que posee muchos aspectos matizados. Como ejemplo de ello podemos citar elementos ofreciodos por investigadores sobre el tema.
Los investigadores alemanes Carmen Knorz y Dieter Zept, autores de una investigación experimental sobre mobbing, reconopilan una relación de 39 actuaciones que provocan acoso en el puesto de trabajo. Las más habituales son las 23 siguientes:

1. Se prohíbe a la persona charlar con los compañeros.
2. No se responde a sus preguntas verbales o escritas.
3. Se instiga a los compañeros en su contra.
4. Se le excluye de las fiestas organizadas por la empresa y de otras actividades sociales.
5. Los compañeros evitan trabajar junto a ella.
6. Se le habla de modo hostil y grosero.
7. Se le provoca con el fin de inducirle a reaccionar de forma descontrolada.
8. Se hacen continuamente comentarios maliciosos respecto a ella.
9. Los subordinados no obedecen sus órdenes.
10. Es denigrada ante los jefes.
11. Sus propuestas son rechazadas por principio.
12. Se le ridiculiza por su aspecto físico.
13. Se le quita toda posibilidad de actividad e influencia.
14. Se lehace trabajar paralelamente con una persona que será su sucesor en la empresa.
15. Se le considera responsable de los errores cometidos por los demás.
16. Se le dan informaciones erróneas.
17. Se le niega la posibilidad de realizar cursos de reciclaje y formación.
18. Se le asignan tareas para las que debe depender siempre de alguien.
19. Es controlado y vigilado de forma casi miliar.
20. Se cambia su mesa de sitio sin previo aviso.
21. Su trabajo es manipulado para dañarle (por ejemplo, borrando un archivo de su ordenador).
22. Se abres su correspondencia.
23. Si pide días por enfermedad, encuentra muchas dificultades o recibe amenazas.


AUSFELDER, T. (2002) MOBBING EL ACOSO MORAL EN EL TRABAJO. PREVENCIÓN, SÍNTOMAS Y SOLUCIONES. Barcelona: Oceano ambar. (Págs. 32 y 33).


lunes, 13 de julio de 2009

Períodos apropiados de separación

"Los acuerdos de crianza referidos a niños menores de dos o tres años deben implicar transiciones frecuentes que aseguren la continuidad de ambas relaciones y su confort y seguridad. Se deben ebitar las separaciones prolongadas con objeto de minimizar la ansiedad de la separación y tener un contacto lo suficientemente frecuente y extenso con cada progenitor, de manera que el niño se sienta seguro, confiado y confortable en la relación con ambos. Lo ideal sería que pudiera interactuar con ambos padres a diario o cada dos días y en diversos contextos funcionales (alimentación, juego, disciplina, acostarlo, contarle historias...). Como la capacidad para tolerar las separaciones aumenta a los dos años, la mayoría pueden estar dos noches seguidas acon cada progenitor sin sufrir estrés. Se puede garantizar la continuidad del apego y minimizar la ansiedad de la separación evitando medidas que supongan alternar períodos más extensos, como 5-7 días (Kelly y Lamb, 2000).

Los preescolares pueden tolerar separaciones más prolongadas y sentirse cómodos pasando fines de semana extensos con cada progenitor, así como pernoctas durante la semana. Sin embargo, la mayoría experimenta estrés y se siente agobiado cuando la separación de cualquiera de sus padres dura más de tres o cuatro días. En casos excepcionales se podrían planificar unas vacaciones en las que el progenitor y los hermanos estuvieran totalmente dispuestos a disfrutar de unas actividades agradables y novedosas. Pero, incluso así, las separaciones durante las vacaciones deberían limitarse a unos siete días y programar varios intercambios en vez de hacer uno solo (Kelly y Lamb, 2000).

Aunque el niño de la etapa escolar presenta una mayor autonomía y capacidades (cognición, emoción y tiempo), de manera que la duración de las separaciones ya no es tan importante, sin embargo hasta los siete años (e incluso después) la mayoría sigue disfrutando con los encuentros semanales en vez de pasar períodos prolongados sin contacto. El niño de siete u ocho años maneja bien las separaciones de cinco o siete días en una programación regular y de dos semanas durante las vacaciones."

CANTÓN DUARTE, J. ; CORTES ARBOLEDA, M. R. Y JUSTICIA DÍAZ, M.D. (2007) CONFLICTO ENTRE LOS PADRES, DIVORCIO Y DESARROLLO DE LOS HIJOS. Madrid: Priámide. (Págs. 222).